El dicho dice que debes desayunar como rey… y no está lejos de la verdad. El desayuno es una de las comidas más importantes del día, que rompe con el ayuno producido durante la noche. Se dice que hay que comer (entre comidas y colaciones) cada cuatro horas como mucho, pero podemos dormir 7, 8 o más horas. Por eso, el desayuno no debe dejarse al azar. Veremos los errores en el desayuno que hay que evitar.
Errores en el desayuno
Creer que no es tan importante
¿Café y galletas? No es suficiente. Ya te lo dije en la introducción, el desayuno corta con el ayuno de muchas horas, por lo que debe ser una comida importante y completa. No creas que con una barrita de cereal y una leche estarás lista, hay que darle la importancia que merece.
Quizás tres rebanadas de pan y tre huevos es mucho, pero dos está bien. La idea de esta imagen es mostrarte un desayuno factible, con cereal (pan), proteína (huevo) y fruta. ¡No olvides el agua! Comer algo de calcio también será muy bueno, puede ser yogur, una leche o queso bajo en grasa. Están de moda las semillas, incorpóralas al yogur como si fuera cereal.
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Comer solo cosas dulces
Sí, un desayuno con medialunas y pastelitos, además de chocolate caliente, puede sonar muy bien. Pero la verdad es que no debiésemos hacerlo todos los días. De vez en cuando puedes caer en eso, pero trata de que sea una o dos veces a la semana como máximo. El azúcar te da energía al momento, tendrás un alta de energía que luego caerá haciéndote sentir cansada. Si quieres cosas dulces trata de que también sea nutritivo, como comer frutas.
Carbohidratos claro que puedes incluirlos, pero trata de que sean integrales. No dejes de lado la proteína, como huevo o jamón y de vez en cuando come un alimento alto en grasas buenas, como palta o frutos secos.
Tomar jugos “de supermercado”
Los jugos en caja o en botella no son una buena opción. Tendemos a creer que es mejor tomar un vaso de jugo de naranja en la mañana, pero si no es de fruta natural entonces tiene azúcares innecesarios. No caigas en la trampa del “light”, sigue siendo un alimento procesado. Mejor haz un jugo de frutas natural, sin agregar azúcar (o prefiere endulzantes). De verdad que no toma demasiado tiempo. Yo tengo frambuesas y arándanos congelados en porciones para este propósito. Si tienes problemas de glicemia, prefiere comer la fruta entera y no hecha jugo, así tendrá más fibra y el azúcar en sangre no subirá tanto.
No debes dejar los waffles completamente. Puedes buscar recetas en internet donde los hacen con avena, son más sanos que con harina de trigo. Además, puedes no ponerle azpucar. Yo los he probado, son rápidos y buenísimos. En vez de endulzarlos con manjar o miel, cómelos con frutas. La segunda opción es la que no debes elegir tan seguido. ¡Croissant con mermelada? Solo una vez a la semana.
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Uno de los errores en el desayuno es comer muy rápido
No te va a gustar esto, pero si es necesario, levántate 15 minutos antes. Comer a la rápida nunca es bueno porque no nos sentimos satisfechos. En vez de eso date el tiempo de sentarte a la mesa y saborear lo que estás comiendo. Tu cerebro entenderá mucho mejor esta acción y el impulso de energía será más eficiente. Evita llegar a comer a la oficina frente al computador.
No beber agua
Podemos estar más días sin comer que sin tomar agua. Esto ya debería darte un indicio. El agua es indispensable para todas las funciones de tu organismo. Nada más despertar deberías tomar un vaso de agua. Si no te gusta la idea, entonces toma agua con tu desayuno. Y hablo de agua pura, no del jugo o la leche. Además de eso debes agregar agua. Te va a mantener hidratada, limpiará tu organismo y regulará funciones corporales. Yo he sufrido por no tomar agua, desde un cálculo renal hasta cosas más odiosas, así que te lo digo desde la experiencia. ¡Toma agua!
Ya conoces los errores en el desayuno más comunes, ¿lista para dejarlos de lado?
Fuente: Glamour.
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