IQCLM: Vogue, conoce su historia

Desde finales del siglo XX las revistas de moda han adquirido un poder incalculable. Con un par de palabras pueden elevar o destruir a un diseñador de moda y los editores de estas revistas (personajes como Anna Wintour o Anna dello Russo) pasan a ser personas misteriosas y cuya palabra casi pasa a ser ley. La revista más influyente y poderosa en este sentido es Vogue, es además, la más duradera.

Vogue

En sus inicios era una publicación semanal, algo así como un boletín para la alta sociedad neoyorquina. Su fundador fue Arthur Baldwin Turnure y salió en 1892. Tras su muerte el abogado y editor Condé Nast transformó la revista convirtiéndola en algo más cercano a lo que conocemos hoy. Añadió más color, publicidad e información sobre moda y la alta sociedad. Pasó a ser de semanal a quincenal (hoy es mensual), la exportó a otros países como Francia e Inglaterra y la transformó en una revista glamurosa.

Condé Nast fue capaz de convencer a algunos anunciantes para salir en las páginas de Vogue y así llegar a esas lectoras con alto poder adquisitivo (¿se imaginan la revista sin publicidad? Yo no.) Vogue pasaba a ser lucrativa además de atractiva.

Como les comenté en una entrada anterior se contrató al fotógrafo Adolph de Meyer y la revista adquiriría cada vez más prestigio. Este fotógrafo se desenvolvía en el ambiente de la alta sociedad y era ahí donde conseguía sus fotografías, no eran modelos que posaban como se hace hoy. Luego de estas señoras aparecerían actrices de la buena sociedad y así se fue derivando hasta llegar a las modelos.

Vogue llegó a Gran Bretaña en 1916, en plena primera Guerra Mundial y aunque se pensaría que es un período de crisis para las revistas era un “buen” tiempo. Mientras los hombres luchaban en el campo de batlla las mujeres solas encontraron en la moda y las revistas una suerte de escapismo, para olvidar (si se podía) los desastres de la guerra y sumirse en el lujo que mostraban estas ediciones. Cuando la guerra terminó fueron también las mujeres de clase media las que se interesaron en estas publicaciones.

La revista tuvo un nuevo auge con la Gran Depresión y la segunda Guerra Mundial, parece contradictorio, pero las suscripciones subían en estos períodos de crisis. “Vogue era la cima, la cúspide, el non plus ultra  del mundo de la moda. Era, sencillamente, la revista”, escribió la periodista Penelope Rowlands en una biografía de Carmel Snow, editora de moda de Vogue en los años veinte.

La editora actual es la famosísima Anna Wintour, a cargo de Vogue (la edición norteamericana) desde 1988 (o sea, ¡hace tantos años como yo llevo en el mundo!) y ya está en muchísimos países, teniendo nuestra querida Latinoamérica una edición especial.

Salir en la portada de Vogue da una especie de estatus, ya sea a una actriz o modelo, es casi como ganar un premio. Y aunque todo tiende a lo digital esta revista aún tiene sus ediciones impresas, pero apostando también al mundo de internet y es que una revista de moda no puede dejar eso de lado.

Y tú, ¿lees Vogue? ¿Cuál es tu revista de moda favorita? ¡A compartir y comentar!

Fuente: Worsley, Harriet; 100 ideas que cambiaron la moda; Barcelona: 2011.